Primera mitad del XX
La neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial no evita que
al finalizar los años entre 1910 y 1920 el país se encuentre en plena crisis.
La guerra colonial, la creciente organización de la izquierda en partidos y
sindicatos revolucionarios como la anarquista Confederación Nacional del
Trabajo (CNT), y la depresión económica que afecta a toda Europa conducen a
España a una crisis de gobierno que termina con el golpe de estado del general
Primo de Rivera en 1923, apoyado por el rey Alfonso.
Primo de Rivera impone un gobierno totalitario que desplaza las
libertades políticas y las demandas proletarias en favor de la recuperación
económica. Estabiliza el país, alcanzando acuerdos con grupos y clases tan
distintos como los socialistas de la Unión General de Trabajadores (UGT), los
militares tradicionalistas y la institución monárquica. Una ruptura posterior
con los socialistas perjudica a Primo y propicia la convocatoria de elecciones
libres en 1931, que ganan los republicanos.
La Segunda República
Tras las elecciones de 1931, el liberal Niceto Alcalá Zamora es
nombrado presidente, Alfonso XIII abandona España, y se proclama la Segunda
República. Las Cortes Constituyentes redactan el borrador de una nueva
Constitución republicana, donde se detallan las libertades propias de un estado
democrático moderno. Pero la estabilidad política durará poco. En 1933 el
partido de centro-derecha obtiene la mayoría en las Cortes y como respuesta, se
producen revoluciones proletarias en Cataluña y Asturias. Finalmente, en 1936, la coalición de
izquierdas gana de nuevo las elecciones y Manuel Azaña se convierte en Presidente de la República.
El gobierno de Azaña comienza con un ambicioso
proyecto de reforma que declara la amnistía política, empieza una
profunda reforma agraria y concede estatutos a Cataluña, las provincias vascas
y Galicia.
Como respuesta, a los tres meses la guarnición militar de Melilla,
encabezada por el general Francisco
Franco, se subleva, dando comienzo a la Guerra Civil.
El auge
cultural de principios del siglo XX
Desde
1898 hasta el comienzo de la Guerra Civil (1936) hubo un florecimiento cultural
muy significativo en España. En literatura, la pérdida de las últimas colonias
del imperio y la consiguiente crisis de conciencia motivó a los autores de la
Generación del 98 que ya se mencionaron (entre ellos Antonio
Machado, Miguel
de Unamuno y Ramón del Valle-Inclán)
a buscar nuevas formas de expresión literaria. Tras el estallido
de la Primera Guerra Mundial continúa la renovación estética con el poeta Juan
Ramón Jiménez
y el
filósofo José Ortega y Gasset. Pero sin duda el principal auge literario se
produce en la década de los años 20. En diciembre de 1927, una serie de jóvenes
poetas que más tarde serán conocidos como la Generación del 27 se reúne para
conmemorar el tercer centenario de la muerte del poeta español del Siglo de Oro
Luis de Góngora. Entre ellos se encontraba el poeta Federico
García Lorca.
El renacimiento cultural del primer tercio del siglo XX se produjo
también en la música, la pintura y el cine. En general, tanto los músicos como
los pintores encontraron en París el lugar propicio para completar su formación
y fijar su residencia. En música destacan Isaac Albéniz, Enrique Granados,
Joaquín Turina, y sobre todo, Manuel de Falla. En
pintura, Pablo Picasso, Salvador Dalí y Joan Miró. En cine, Luis
Buñuel.
Con la
llegada de la República, los intelectuales y artistas toman mayoritariamente
una posición política comprometida. Por ejemplo, en las Cortes Constituyentes
se sientan 45 catedráticos y 47 escritores y periodistas. La República favorece
los procesos de secularización y socialización de la cultura. Entre los
proyectos culturales que financia se encuentra el grupo teatral La Barraca,
dirigido por Federico García Lorca, que llevó a los pueblos de España
representaciones teatrales de gran originalidad.
Con el
estallido de la Guerra Civil, la riqueza cultural de la República se
desintegra, y las corrientes tradicionalistas vuelven a imponerle un ambiente
cerrado y conservador a la cultura española. Era el comienzo de la larga
dictadura franquista.
La
Guerra Civil
El alzamiento militar originado en Marruecos por Franco es seguido
inmediatamente en Sevilla, las islas Baleares, las islas Canarias, Navarra,
Burgos y Zaragoza. La guerra se internacionaliza pronto, al recibir ambos
bandos ayuda extranjera. La República fue ayudada indirectamente por la Unión
Soviética, y directamente por las Brigadas Internacionales, grupos de soldados
voluntarios entre los que se encontraban intelectuales tan importantes como George Orwell, André Malraux y Ernest
Hemingway. Entre las brigadas internacionales se distinguió laAbraham Lincoln Brigade,
integrada por jóvenes estadounidenses antifascistas.
La España Nacionalista fue
apoyada por tropas regulares de la Alemania nazi y la Italia fascista. En 1937,
los aviones de la Luftwaffe de Hitler bombardearon la ciudad vasca de Guernica,
ataque que Picasso inmortalizó en un cuadro del mismo nombre.
Al final del año, el
ejército de Franco ya controlaba la mayor parte de España. La alarmante situación
llevó al bando republicano a trasladar el gobierno a Valencia y a incluir en él
a sectores revolucionarios ultra radicales como los anarcosindicalistas.
En
1939, una vez extinguida la resistencia del gobierno republicano, que se había
refugiado en Cataluña y Madrid, numerosísimos españoles se exiliaron, entre
ellos la intelectualidad más valiosa del país. La guerra termina con el
terrible saldo de un millón de muertos, innumerables exiliados, una dictadura
nacional-católica implacable y una profunda crisis social y económica.
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