viernes, 8 de diciembre de 2017

TEATRO ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL.

Teatro anterior a la Guerra Civil. (1898-1936). Tendencias principales, autores y obras

         -Contexto histórico de los temas anteriores.
         -Características de los movimientos en los temas anteriores.

            Los dos principales caminos del teatro anterior a la Guerra Civil son dos: el comercial y el innovador, amén de teatro cómico y en verso.
El primero tiene un gran éxito de público, como teatro burgués que suele tratar con dedicación la vida de la burguesía sin crítica social. Son autores de esta corriente Arniches, Jardiel Poncela, los hermanos Álvarez Quintero, el primer Miguel Mihura o Muñoz Seca. El máximo representante del teatro comercial es Jacinto Benavente (1866-1954). Su mejor obra es Los intereses creados de 1907.
El segundo premio Nobel de la Literatura Española empezó a estrenar obras como El nido ajeno con una crítica a la burguesía, si bien no tuvo demasiado éxito de crítica, salvo Azorín. Sus primeras obras son realistas pero, con el tiempo, se va acomodando a la dramaturgia más comercial.
Su obra se suele clasificar por sus interiores:
1.      Burgueses ciudadanos: El nido ajeno (1894)
2.      Cosmopolitas: La noche del sábado (1903)
3.      Provincianos: La Gobernadora (1901)
4.      Rurales: La malquerida (1913)
El teatro innovador sigue la herencia de Henrik Ibsen (Casa de muñecas). Es un tipo de teatro con menos afluencia de público, menos salas y, desde luego, menos rédito económico para los empresarios que no arriesgaban con obras que no fueran a ver una gran mayoría de espectadores. Los nombres fundamentales para entender el teatro anterior a 1936 son, sin duda, Valle Inclán y García Lorca.

TEATRO DEL 98
El teatro del 98 surge del Modernismo y camina hacia el esperpento valleinclanesco. Consideramos dramaturgos del 98 a Unamuno, Azorín, Jacinto Grau y Valle.
Miguel de Unamuno (1864-1936), al que ya hemos visto como poeta, novelista y, en breve, ensayista, es uno de los nombres principales del 98. En teatro destaca su sobriedad, por lo que se le ha dado en llamar a su dramaturgia, Teatro desnudo. Hace dramas de tesis, es decir, obras en la que lo importante es la idea que representa el pensamiento del autor, por lo que escenografía y personajes se ven reducidos. El tema fundamental de su obra es el mismo que se recoge en novelas y ensayos: el conflicto existencial. Destacan en su producción obras como la actualizada obra griega Fedra  (1910), El otro (1926) o La venda (1899).
José Martínez Ruiz, Azorín (1874-1967) prefiere un teatro antirrealista en el que navegan las preocupaciones internas del dramaturgo. Comedia del arte (1927) o la trilogía Lo invisible son sus obras más destacadas.
Ramón María del VALLE INCLÁN (1866-1936). Ramón del Valle y Peña nació en Villanueva de Arousa en una familia noble aunque no bien acomodada. Tomo el pomposo nombre de un antepasado suyo. Más que dedicarse a los estudios prefiere inmiscuirse en los círculos literarios de Galicia, Madrid y México inventándose, muchas veces, datos de su propia biografía, animando con anécdotas varias cada café de artistas que visitaba. Es un bohemio de fin de siglo que empieza a tomar conciencia, desde su Modernismo esteta y propenso a la evasión, de los problemas asociados al Desastre de 1898.  Es el creador del Esperpento, como deformación absoluta de la realidad para, precisamente, conocer la verdadera realidad. Tuvo periodos de éxito y de polémicas con la Autoridad pertinente.
Ruiz Ramón propone varias etapas para estudiar el teatro de Valle:
1.      Ciclo mítico. Nos sitúa en una Galicia fantástica y sobrenatural como en Comedias bárbaras [trilogía formada por Águila de Blasón (07), Romance de lobos (08) y Cara de plata (22)] o en El embrujado (1913) o Divinas Palabras (1920).
2.      Ciclo de la farsa. Empieza a reflejar la sociedad de un modo grotesco. Farsa y licencia de la reina castiza (1920) donde se burla de los personajes importantes del finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
3.      Esperpento. “Inventado por Goya”, como dice Max Estrella en Luces de bohemia, el esperpento es el proceso hispánico por el cual se sublima lo grotesco, eso que parece gracioso pero que tiene un fondo de amargura y patetismo. Es un movimiento antiburgués que roza el expresionismo y critica la corrupción de una sociedad movida por el interés, el dinero… La deformación llega al lenguaje mezclando usos y giros idiomáticos de todo tipo: el modernista petulante, el coloquialismo, el lenguaje prostibulario… muy parecido al lenguaje de Quevedo en el siglo XVII. Las obras más destacadas dentro del Esperpento son Martes de carnaval [Los cuernos de don Friolera (21), Las galas del difunto (26) y la polémica La hija del capitán (27)] y, por supuesto, Luces de bohemia.
Luces de bohemia (1920) es un viaje dantesco, es decir, siguiendo los pasos de Dante en el Infierno, que realiza el poeta ciego Max Estrella acompañado y guiado por don Latino de Hispalis. En las veinticuatro horas que representan las quince escenas de esta obra se ve el Madrid bohemio, anacrónico, sucio, anarquista, de principios del siglo XX. El gran número de personajes representan la sociedad de la época y  muchos de ellos son marionetas del autor, ya sea como muñecos, animales o cosas. Son famosas, en este punto, las acotaciones de Valle, una prosa delicada a la par que grotesca sobre la posición y descripción de los personajes que están en escena. El estilo viene a conformar la proyección paródica de los asuntos históricos de que trata la obra a través de citas ajenas como recurso paródico donde todo es crítica y todo es criticable. 


EL TEATRO DE LA GENERACIÓN DEL 27

Los dramaturgos del 27 fueron vanguardistas y aplicaron a su teatro las técnicas de los ismos más importantes.

            Rafael ALBERTI (1902-1999)
Antes de la guerra su teatro vanguardista trata los mismos temas que su poesía, recorriendo también las mismas influencias (neopopularismo, surrealismo...): El hombre deshabitado. Sus obras del exilio muestran angustia y añoranza: El adefesio (1944), Noche de guerra en el Museo del Prado (1956).

            Max AUB (1903-1972)
Francés de nacimiento y valenciano de corazón. Sus obras anteriores a la guerra son vanguardistas, si bien destacan, sobre todo, sus obras del exilio: El rapto de Europa (1946) donde el conflicto lo llevan a cabo una serie de poetas españoles exiliados en la Guerra Civil.

            Alejandro CASONA (1903-1965)
Es un dramaturgo casi lírico que trata temas trascendentes para el ser humano. La sirena varada (1933) y Nuestra Natacha (1936) son sus obras más representativas de preguerra. En el exilio su teatro se hace aún más poético: Prohibido suicidarse en primavera (1937) y La dama del alba (1944).

            Federico GARCÍA LORCA (1898-1936)
Al igual que en su poesía su teatro trata la oposición entre el principio de autoridad y el principio de libertad. Los marginados, excluidos, los incomprendidos son atacados por un principio de autoridad que se basa en la opresión.
Sus primeras obras son muy líricas, en verso, influido por los clásicos pero también por autores modernistas que escribían teatro en verso. Su primera obra fue El maleficio de la mariposa de 1920, tan lírica y simbólica que no fue comprendida y no tuvo ningún éxito. En las siguientes, el lirismo no está en la forma sino en la manera de tratar los contenidos. Su obra cada vez más, se va acercando al concepto wagneriano de teatro total donde se integra escenografía, música, texto, danza...
Tras El Maleficio..., publica una serie de farsas para guiñol como Retablillo de don Cristóbal (1931) y para personas como La zapatera prodigiosa (1930) y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933). Su influencia vanguardista se ve en obras imposibles de representar, salvo montajes muy arriesgados, como son El público, de 1930, y Así que pasen cinco años, de 1931.
Sus grandes obras son aquellas en la que su producción tiende a lo humano como la historia de la malograda Mariana Pineda, de 1927 y en verso, o su trilogía sobre las mujeres andaluzas: Bodas de sangreYerma y La casa de Bernarda Alba (1933, 1934 y 1936, respectivamente).







































Historia de una escalera

Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo
                        INTRODUCCIÓN
                        Esta obra de teatro recibe un premio Lope de Vega en 1949, lo que respalda el gran éxito de crítica y público que tuvo en su momento. Corresponde al teatro innovador de posguerra y pertenece al teatro existencialista del autor que, representa el máximo exponente del teatro social en la década siguiente con obras como Un soñador para un pueblo o El tragaluz, antes de exponerse al experimentalismo de los años setenta en, por ejemplo, La Fundación. La historia, aparentemente sencilla, señala el fracaso de las ilusiones y el inexorable paso del tiempo.
El tiempo, como continuo y reiteración, es una máxima en este autor que ve en ello una tragedia. El teatro de Buero Vallejo provoca una catarsis o transformación en el espíritu del que observa los diferentes planos de la vida que se despliegan en escena. Así pues, ver es vivir y la realidad es necesaria para provocar ese cambio. Realidad que, debido al contexto histórico de represión franquista y censura de la posguerra, se muestra sin exceso pero también sin ambages.
                        BATERÍA DE PREGUNTAS (atención a la secuencia temporal)
1    1.      Al principio de la obra aparece un personaje que va de puerta en puerta en la escalera. ¿Quién es?
2.       ¿Qué le pasa a doña Asunción?
3.       ¿Qué hace don Manuel por ella?
4.       ¿De quiénes son padres Asunción y Manuel?
5.       ¿De quién está enamorada Elvira?
6.       ¿A qué se dedica Urbano?
7.       ¿Por qué Fernando emplaza a Urbano en diez años?
8.       En esta primera conversación entre estos dos personajes, cuál es el miedo que se trasluce de las palabras de Fernando.
9.       ¿Quiénes son las hermanas de Urbano?
10.   ¿Con quién tiene una relación Pepe al principio de la obra?
11.   ¿Por qué se le tiene miedo a Pepe en la escalera?
12.   ¿Quién dice (y a quién) “todavía no te has dado cuenta de que eres un ser inofensivo”?
13.   ¿Qué es una agencia en la obra?
14.   Fernando y Carmina hablan, al final del primer acto, y según él, ella le quiere. ¿Cómo sucede?
15.   ¿Qué símbolo existe en el final del primer acto? ¿Qué significa?
16.   ¿Cuánto tiempo transcurre entre el primer y el segundo acto?
17.   ¿Quiénes han muerto en ese transcurso?
18.   ¿Quién se ha emparejado en este tiempo?
19.   ¿Qué quiere hacer Urbano con Carmina en estos momentos tan duros para ella?
20.   ¿Cómo reacciona ella?
21.   ¿Por qué se entristece tanto el señor Juan al principio del segundo acto?
22.   ¿Qué hace Trini por Rosa?
23.   ¿Cómo se llama el hijo de Elvira?
24.   ¿Cuánto tiempo pasa entre el acto dos y el tres?
25.   ¿Cómo ha cambiado la escalera en ese tiempo?
26.   ¿De qué se queja Paca al inicio del tercer acto?
27.   Una conversación en este acto entre dos jóvenes anónimos desvela una operación urbanística, ¿de qué se trata?
28.   ¿Cómo se llama el hijo pequeño de Fernando?
29.   ¿Cuántos años cumple?
30.   ¿A quién le pide matrimonio?
31.   Los hijos mayores de Fernando y Carmina quieren tener una relación pero no se lo permiten. ¿Quién? ¿Con qué pretexto? ¿Qué les harán?
32.   ¿Cuál es la triste analogía entre Trini y Rosa?
33.   ¿Qué problema de salud tiene Carmina?
34.   Urbano y Fernando riñen. Se echan en cara asuntos viejos. ¿Cuáles son?
35.   A la riña se unen más personas. ¿Quiénes son y qué se dicen?
36.   En el diálogo final se repiten gestos y palabras anteriores. ¿Qué sucede?